Si bien la labor de reclutamiento y selección de personal suele ser en su mayor parte realizada por el área de RRHH o bien, un reclutador externo contratado específicamente para llevar a cabo esta función, la decisión final generalmente está en manos de la persona que será el jefe inmediato de los candidatos.
Esta decisión suele tomarse después de que la persona que estará a cargo de la persona próxima a ingresar, realiza una entrevista con esta. Dicho punto es pieza clave durante el proceso, puesto que pone cara a cara a al candidato y su posible líder, dando un panorama general de cómo podría ser su relación laboral.
Es común que los empleadores o jefes inmediatos realicen entrevistas casi improvisadas, ya que no es parte usual de sus labores, por lo no han tenido una formación en selección de personal o bien están fuera de práctica. Si este es tu caso, no te preocupes, en el artículo de hoy te proporcionaremos algunas herramientas para desempeñar una entrevista exitosa con tus candidatos.
- Romper el hielo
Los candidatos a menudo se encuentran nerviosos durante una entrevista laboral, especialmente cuando es uno de sus primeros empleos, o ha pasado mucho tiempo desde la última vez que buscaron uno. Debes comprender que los nervios son normales, sobre todo tratándose de una de las últimas fases del proceso de selección, y también que entre más seguros y en confianza se sientan los candidatos, sus respuestas serán más abiertas.
Inicia con un saludo y alguna pregunta trivial para romper el hielo, puedes basarte en algunos datos interesantes del CV, como sus hobbies, lugar de origen, escuela de procedencia, etc. El clima también es usado para romper el hielo, aunque es un tema un poco trillado, funciona. No es necesario dedicar mucho tiempo a esto, pero si es pieza clave en el desarrollo de la entrevista.
- Conoce datos básicos
Dedica unos minutos a que el candidato hable de sí mismo, sus intereses, estructura familiar y personalidad. Así mismo, aprovecha este espacio para preguntar datos básicos relacionados con la vacante, como su expectativa económica, tiempo de traslado, otros ingresos en su familia, etc. Los cuales pueden brindar un panorama más amplio para saber si la oferta se ajusta a las necesidades del candidato, o por el contrario es mejor seguir buscando.
- La experiencia
Si el candidato ya ha pasado por otros filtros, es posible que ya conozcas un poco de su experiencia, por lo que es mejor profundizar más allá de las labores que hacía en sus empleos anteriores y preguntar sobre los retos que tuvo que enfrentar, cómo los superó, sus principales logros, los motivos por los que salió de la empresa e incluso que le gustaba y qué no de dichos empleos.
- Competencias
Es importante tener en claro el perfil al cual está aplicando el candidato y tener definidas las competencias que requiere para desempeñarlo adecuadamente. Puedes preguntar por situaciones similares que haya tenido que enfrentar, por ejemplo: ¿Recuerdas alguna vez que un cliente haya hecho un reclamo por un producto?, ¿Cómo se resolvió su inconformidad?, Cuéntame sobre alguna anécdota de tus empleos anteriores en la que hayas tenido que adaptar un proceso para obtener un mejor resultado, ¿Cuál era el procedimiento que usabas para hacer inventarios?, ¿Lograste cerrar una venta con un cliente que dudaba de comprar el servicio?, ¿Cómo lo hiciste?
Estas preguntas sirven para conocer las competencias que el candidato ya ha utilizado en el pasado, y también pueden realizarse preguntas hipotéticas en caso de que el candidato no cuente con experiencia en cierta área. Además, permiten conocer sus habilidades de comunicación y ventas.
- Ambiente laboral
Lo que terminará de definir si un candidato se adaptará o no a la empresa, es el empate entre sus valores, creencias e ideales con los de la organización. Por lo que puedes hacer algunas preguntas como: ¿Cuáles son los 3 valores que te definen?, ¿En tu opinión, cómo debe ser un líder?, ¿Qué te gustaría de tus compañeros de trabajo?, ¿Cuál de tus empleos anteriores consideras que tenía el mejor ambiente laboral?, ¿Por qué?
Estas preguntas permiten conocer lo que el candidato espera de su empleo y si esto empata con lo que la empresa puede ofrecer, si este es el caso, las probabilidades de permanencia a largo plazo, aumentan. También sirve para conocer que es lo que el candidato puede ofrecer a la organización con respecto al trato con sus compañeros y líderes.