Todo líder debe enfrentarse a esta difícil decisión cuando uno de sus colaboradores no está cumpliendo con los estándares establecidos para su trabajo. Puede ser una decisión complicada y que con frecuencia se suele posponer por la incomodidad emocional que puede generar el dar la noticia a quien dejará la empresa. Usualmente se piensa que el colaborador cambiara y la decisión se pospone aún más.
Si en este momento te enfrentas a este dilema, te dejamos algunos puntos que pueden ayudarte a decidir si esa persona debe continuar laborando o no en tu empresa.
- ¿Cuál es el motivo de la incomodidad con el colaborador?
En los pequeños grupos de trabajo puede ocurrir que el motivo del descontento con un colaborador se debe mas bien a causas personales. Convivir todos los días con personas que tienen una forma de pensar diferente a la nuestra puede causar gran cantidad de choques con ellos. Si bien es importante que en un equipo de trabajo, los integrantes lleven una buena relación, lo ideal es que la decisión de un despido no esté motivada por causas emocionales o personales.
- ¿El desempeño del colaborador está siendo el esperado?
Cada posición debería contar con ciertos parámetros para medir el desempeño de los colaboradores, ya sea que deban cumplir con una meta, ofrecer un servicio de calidad, cumplir con determinadas actividades en un periodo especifico, etc. Estos parámetros sirven para conocer la eficacia de cada miembro del equipo y si uno de ellos no está cumpliendo con el mínimo esperado, puede empezar a plantearse la idea de un despido.
En caso de que la baja en el desempeño se presente de manera repentina, es recomendable hablar directamente con el colaborador y ahondar en la causa de esta.
- ¿Ha tenido fallas similares en el pasado?
Dentro de las empresas pueden encontrarse colaboradores que fluctúan su desempeño, teniendo periodos desastrosos y otros aceptables. Generalmente estas personas han encontrado la manera de sortear las amenazas de despido, mejorando su desempeño hasta estar fuera de peligro y después retomar su viejo patrón. Es importante analizar si estas bajas en el desempeño se han convertido en una rutina, para lo cual las actas administrativas son la mejor forma de documentar las faltas del colaborador a lo largo de su trayectoria laboral en la empresa.
- ¿Sus acciones empatan con los valores de la empresa?
En ocasiones el desempeño es el adecuado, pero pareciera que algo no encaja con el colaborador. En este caso es importante preguntarse si sus acciones empatan con los valores que fomenta la empresa, o por el contrario los desafía o desvirtúa.
- ¿Genera una sobrecarga de trabajo para otros?
A veces, el colaborador genera una sobre carga de trabajo a sus compañeros o incluso a su líder, pues al no cumplir con sus responsabilidades, estas recaen en los otros.
- ¿Genera costos extras a la empresa?
Hay fallas o bajas de productividad que pueden generar un costo monetario a la empresa, también aplica para el salario emocional del resto del equipo, si uno de los miembros está volviendo el ambiente pesado y complicado, la productividad de los otros disminuye, repercutiendo finalmente en las finanzas de la empresa.
- Ya se ha hablado con él/ella y la situación continua
Lo ideal es que un líder al detectar un problema o inconveniente con alguno de los colaboradores, lo hable directamente con él para conocer las causas del mismo y buscar una solución conjunta. Pero si estas conversaciones ya se han repetido en el pasado y no existe un compromiso por parte del colaborador, quizá lo mejor sea dejarlo ir.
Sin duda un despido es una de las situaciones más complejas que debe enfrentar un líder por lo que es importante analizar cada uno de los puntos anteriores, para así asegurar que su decisión sea justa, ética y benéfica para la empresa.