Dentro del mundo laboral suele haber momentos en los cuales pareciera que nuestros esfuerzos no son suficientes y nos invade el miedo al fracaso. Este sentimiento es mucho más común de lo que muchos creen, tanto así que se le ha brindado un nombre: el síndrome del impostor.
Si bien no es una enfermedad mental reconocida dentro de los manuales oficiales de dicha área, el síndrome del impostor es definido como: un conjunto de sentimientos de insuficiencia que persisten incluso ante la información que indica que se trata de todo lo contrario. Se experimenta internamente como una duda crónica de sentimientos de fraude intelectual.
Se puede pensar que se trata de una condición poco común, sin embargo, de acuerdo al estudio The impostor phonomenon, publicado en el International Journal of Behavorial Science, el 70% de las personas ha experimentado esta sensación en algún momento de sus vidas.
¿Qué comportamientos presentan las personas que lo padecen?
Perfeccionismo: Sus metas suelen ser demasiado elevadas e irreales, lo que los lleva a sentir frustración cuando no pueden conseguirlas. Así mismo, cuando obtienen los logros deseados, suelen restarles importancia y atribuirlo a factores externos y no a sus propios méritos.
Auto-exigencia: Los estándares con los cuales miden su desempeño son elevados y rígidos. Se presionan para trabajar más y mejor de manera constante, teniendo repercusiones en su vida social y personal, ya que dedican muy poco tiempo a otras esferas de su vida.
Sabiduría innata: Consideran que los conocimientos deberían formar parte de ellos de manera innata, cuando tienen dificultades para aprender algo nuevo, se consideran a sí mismos como un fracaso, ya que deberían saberlo o bien, aprender en el primer intento. Esto genera agotamiento mental y frustración.
Aislamiento: Pedir ayuda es considerado una señal de debilidad, por lo que suelen aislarse, por lo que tampoco suelen trabajar en equipo o recibir retroalimentación de los otros.
Sentimiento de ser un fraude: Consideran que deben ser los mejores en su área, y aún cuando lo logran tienen la sensación de no haberlo logrado de manera autentica, sintiendo que han estafado a quienes los rodean y que serán descubiertos.
Otros datos interesantes al respecto
Las estadísticas indican que las mujeres son más propensas a sufrir este síndrome, en gran parte por el impacto cultural sobre el género, en el cual ellas suelen tener mayores críticas por parte de otros, además de dar mayor peso a las mismas, esto de acuerdo a El informe encargado por Access Commercial Finance en Reino Unido.
De igual manera el 84% de los jóvenes de entre 18 y 34 años, pese a encontrarse recién iniciando en el mundo laboral, han experimentado esta sensación según revelo el estudio realizado en Reino Unido. Así mismo, estudios realizados en Estados Unidos han señalado que al menos el 58% del personal del área de tecnología ha experimentado los síntomas de este síndrome en el último año.
¿Cómo afecta el síndrome del impostor la búsqueda de empleo?
Se ha estudiado la repercusión que tiene el síndrome en el desempeño laboral, encontrando que genera elevados niveles de estrés y en general se le correlaciona con el síndrome de Burnout. Sin embargo, cuando se presenta durante el proceso de búsqueda de empleo, sus repercusiones pueden ser aún mayores.
Los sentimientos de insuficiencia pueden verse reflejados al momento de armar un CV, restando importancia a los logros o experiencia obtenidos a lo largo de la trayectoria laboral. Así mismo, esto puede saltar a la vista de los reclutadores durante las entrevistas.
Los sentimientos de inferioridad, a su vez pueden generar desesperanza o la sensación de no ser contratado nunca por no ser lo suficientemente bueno para ocupar un nuevo puesto.
¿Cómo superarlo?
Existen estrategias que pueden ayudar a hacer frente a este síndrome:
Recuerda y reconoce tus logros: Crea una lista con tus principales logros a lo largo de tu vida, si es necesario pide a otros que te ayuden a recordarlos. Y plásmalos en tu CV.
Rodéate de amigos y seres queridos: A veces es necesaria la mirada externa para recordar aquellas fortalezas con las que contamos, de igual manera, comparte con ellos tus sentimientos y acepta los elogios recibidos.
No te compares: Recuerda que cada persona avanza a su propio ritmo y en condiciones diferentes.
Detectar los falsos errores: Somete a una evaluación los errores o fracasos que consideras que has tenido, entendiendo que la falta de excelencia no es en sí un error, ya que existe una amplia gama de grises (regular, bien hecho, satisfactorio, excelente, etc.)
Finalmente, si estos sentimientos persisten y afectan no solo a tu búsqueda de empleo, sino a otras áreas de tu vida, busca ayuda con un profesional de la salud mental.
En Desarrollando el Talento creemos firmemente que cada candidato cuenta con el potencial necesario para encontrar un empleo que lo ayude a su crecimiento personal y profesional, por lo que si has detectado que puedas estar experimentando este síndrome, lo que impide que tu búsqueda de empleo sea efectiva, puedes acercarte a nosotros y preguntar por nuestro servicio de Asesoría a Profesionales en Búsqueda de Empleo, donde te ayudaremos a detectar tus fortalezas y sacarles provecho para posicionarte en el empleo que deseas.