Hace algunos meses, entró en vigor la NOM-035, enfocada al cuidado psicosocial de los colaboradores al interior de las empresas. Son muchos los factores que deben ser medidos y modificados para cumplir con esta NOM, sin embargo, uno de los más importantes y del cual se derivan muchos otros, es el estilo de liderazgo.
Un líder es una persona que cuenta con las habilidades y capacidades para guiar a otros. El problema en muchas empresas, es en muchas ocasiones, que la persona al mando no cuenta con habilidades de liderazgo, generando fallas en la comunicación interna, sobrecarga de trabajo, duplicidad de órdenes y en general un ambiente laboral cargado de estrés y relaciones tensas, desencadenando todo esto en una baja productividad.
La principal diferencia entre un buen líder, y uno que no lo es, reside en la conciencia de impacto que se tiene. Un buen líder sabe que sus acciones impactarán en el resto de su equipo, por lo que busca dirigirlos adecuadamente enfocado a los objetivos que se ha planteado, así mismo, es consciente de que la manera en que se dirija a sus colaboradores impactará en la respuesta que ellos tengan hacia sus indicaciones.
Por el contrario, un líder con poca eficacia tiende a comprometerse muy poco o nada con las actividades, dejando la responsabilidad a otros; comunica sus ideas de una manera poco clara y frecuentemente a medias; no cuenta con objetivos claros, se mantiene rígido ante las reglas y procedimientos que “han funcionado”, aun cuando se puedan mejorar, y por lo general, no toma en cuenta la opinión de su equipo.
Es posible que hayas logrado identificar que alguno o varios de los líderes en tu empresa no están manejando un estilo de liderazgo adecuado, o que tú mismo no lo has estado haciendo, entonces, ¿Qué se puede hacer para cumplir con la NOM-035 y mejorar dicha situación?
Las habilidades de liderazgo pueden ser natas, sin embargo, también pueden aprenderse y desarrollarse, de modo que la solución es en realidad bastante simple, aunque requiere de voluntad y perseverancia por parte de las personas que ocupan estas posiciones de poder. Lo principal es desarrollar esas habilidades que ya han sido identificadas, puede ser a través de un curso de capacitación otorgado por la empresa, o bien, pagado de manera privada. Es importante recordar que estas habilidades no se desarrollaran de la noche a la mañana, como todo lo que aprende, requieren de práctica y mucha constancia hasta ser integradas totalmente a la persona.
En Desarrollando el Talento, creemos firmemente que toda empresa merece contar con verdaderos líderes, personas que impulsen a su equipo a alcanzar y superar sus metas. Es por ello, que contamos con nuestros servicios de capacitación y asesoría a profesionales, mediante los cuales ayudamos a los líderes; y no líderes; a conocer sus principales estilos de liderazgo, sus fortalezas y áreas de oportunidad, para que puedan trabajar en ellas y mejorarlas.
Si consideras que tú o algún miembro de tu empresa debería trabajar en su liderazgo, acércate a nosotros y te ayudaremos.