Imagina la siguiente escena: en una empresa ingresan dos personas que se presentan a entrevista. Las dos tienen 50 años y una amplia experiencia en su área. Uno de ellos luce más joven de lo que es en realidad, lleva un traje moderno, un corte de cabello pulcro y su apariencia trasmite energía, además de llevar una sonrisa en el rostro. Mientras que el otro lleva un traje desgastado y pasado de moda, su cabello se ve maltratado, canoso y con un peinado que se usaba hace un par de décadas, su apariencia luce cansada y resentida, como si estuviera a punto de gritarle a cualquiera que lo haga molestar en lo más mínimo.
A simple vista las diferencias entre ambos son evidentes, pero al entrar a entrevista queda muy en claro el por qué. El primer hombre lleva 25 años ejerciendo su profesión, los últimos 15 en puestos directivos, ha tomado cursos y capacitaciones que le han permitido mantenerse actualizado, también ha estudiado temas de liderazgo y utiliza un CV corto y conciso. Sabe manejar los software más actualizados para ejercer su cargo y muestra interés en enseñar a los más jóvenes, pero también en aprender de ellos.
El segundo, ha ejercido su profesión por los mismos 25 años, 22 de ellos en la misma empresa donde inicio como auxiliar y terminó como jefe de área, ejerciendo ese puesto por 8 años consecutivos, sus últimos empleos han sido por periodos cortos (menores a un año), lleva un CV extenso y lleno de datos innecesarios para la entrevista. Su último curso de actualización lo tomó al asumir la jefatura en su primera empresa, conoce solo un programa para ejercer su profesión y este resulta obsoleto para la actualidad. Nunca ha estudiado temas relacionados a liderazgo, puesto que aprendió a dirigir un equipo sobre la marcha. Tiene ideas muy arraigadas sobre cómo deben hacerse las cosas y considera que las nuevas generaciones tienen poco o nada que aportarle, siendo él quien debe enseñarles la manera adecuada de desempeñarse.
¿Cuál de ellos tiene más probabilidad de quedarse con el puesto?
Los dos tienen la misma edad y los mismos años de experiencia, pero uno de ellos ha decidido seguir adelante y mantenerse en una mejora constante, mientras que el otro se ha convertido en una capsula del tiempo viviente.
Hoy más que nunca las empresas buscan que su personal pueda adaptarse a los cambios. Vivimos un momento de incertidumbre donde la única solución es hacer frente a los cambios y buscar sacarles provecho, por lo cual si te encuentras buscando empleo es algo que sin duda debes tomar en cuenta.
Para ello puedes hacerte las siguientes preguntas:
- ¿Estoy mostrando entusiasmo, motivación y deseos de afrontar los retos?
La formación profesional y experiencia no lo son todo al momento de buscar empleo, ante la situación actual, las empresas buscan personas que deseen afrontar los retos, que estén dispuestas a adaptarse y no se sientan derrotadas ante la adversidad que azota al mundo. Piensa en qué puedes ofrecer a la empresa y no dudes en expresarlo durante la entrevista y asegurarte de que tu CV transmita la misma idea.
- ¿Estoy actualizado y sé de qué manera puedo adaptar mi puesto o pasar a otro en caso de ser necesario?
La tecnología avanza a pasos agigantados y es posible que una posición que era fundamental hace años, ahora resulte irrelevante u obsoleta al poder realizarse de forma más rápida y sencilla mediante un software, incluso es posible que dicha posición no exista hoy en día. Si ese fuera el caso, piensa qué otra posición podrías ocupar. Mantente al día con el uso de nuevos programas y funciones para la profesión que ejerces.
- ¿Estoy listo para hacer frente a los cambios con humildad?
Es posible que lleves años, incluso décadas haciendo las cosas del mismo modo, pero caer en la trampa del ego y pensar por qué he de cambiar si siempre me ha funcionado, es sumamente peligroso. Recuerda lo que pasó con gigantes de la industria como Kodak o Blockbuster, quienes pensaron que no necesitaban cambiar y ahora han sido olvidados pues sus productos y servicios son completamente obsoletos, y lo mismo puede ocurrirte si no aceptas que es momento de avanzar.
Puede ser que en el pasado tu método de trabajo te haya brindado grandes éxitos, pero eso no significa que usando la misma formula puedas replicarlos en el presente. Acepta con humildad que puedes mejorar y adaptarte.
Cabe mencionar que no es necesario ser una persona mayor para caer en estos errores, ya que en ocasiones pueden encontrarse incluso en recién egresados. Recuerda que el proceso de búsqueda de empleo implica también un análisis y trabajo personal, es por ello que en Desarrollando el Talento contamos con nuestro servicio de Asesoría a Profesionales que Buscan Empleo, donde te acompañamos a realizar este viaje de autoconocimiento y enfocar tus fortalezas para encontrar el empleo que deseas.