Lenguaje corporal en una entrevista laboral.
En artículos anteriores hemos hablado sobre varios de los consejos que deben ser tomados en cuenta durante un proceso de selección de personal, empezando por la creación de un CV que logre impactar a los reclutadores para conseguir una primera entrevista. Sin embargo, no importa lo asombroso que sea un currículum sí durante este primer encuentro el encargado del proceso se lleva una mala impresión del candidato.
Conocer la información que se presenta en el CV es una parte importante, así como la experiencia laboral con la que se cuenta, pero existen otros aspectos que deben cuidarse y son de gran importancia para la impresión que se busca generar en el reclutador, siendo el principal el leguaje corporal.
El primer axioma de la comunicación humana indica que es imposible no comunicar, todo el tiempo estamos trasmitiendo mensajes a quienes nos rodean. Es aquí donde entra el lenguaje corporal, y este se refiere a todo aquello que comunicamos de manera no verbal, por lo que también es llamado lenguaje análogo. Los gestos, posturas, ademanes, volumen y tono de voz, el énfasis en ciertas palabras, silabas o frases, los silencios, miradas e incluso la vestimenta comunican.
Si estás próximo a asistir a una entrevista de trabajo, te dejamos algunos consejos útiles para transmitir el mensaje correcto a tu reclutador, independientemente de las palabras que salgan de tu boca:
Muestra una imagen profesional: La vestimenta y aspecto físico es lo primero que resalta al ver una persona, no importa si no eres una modelo o un galán de telenovela, pero un aspecto pulcro genera siempre una buena impresión, incluso si te desempeñas en una carrera más libre, mantener una buena higiene personal dará una imagen más profesional. Recuerda también que debes usar una vestimenta acorde al puesto que solicitas.
Mantén contacto visual: Evadir la mirada puede transmitir inseguridad en tus respuestas, además de que culturalmente se tiene la creencia de que si una persona evade la mirada al dar una respuesta es por que está mintiendo. No se trata tampoco de mantener los ojos clavados en el reclutador, llegando a intimidarlo, pero si de mostrar seguridad y veracidad en tus respuestas.
Mantén un adecuado volumen y tono de voz: No se trata de dejar sordo al reclutador ni tampoco que este tenga que esforzarse para escuchar tus frases, mantén un volumen medio, y un tono amable y cordial. Evita sonar demasiado impositivo, así como tampoco es recomendable que tu voz suene temblorosa.
Cuida tu postura: De preferencia mantén la espalda recta, pero no rígida, así mismo, busca mostrar interés en lo que él otro dice, evitando tener los brazos cruzados o mantener posturas mecánicas. Lo ideal es que una entrevista se desenvuelva con naturalidad, de manera que puedas mantenerte relajado, esto claro mostrando siempre respeto hacia el otro.
Evita los movimientos ansiosos: Es normal sentirse nervioso durante una entrevista, después de todo, esto podría determinar si obtienes o no el trabajo que tanto anhelas, pero no dejes que la ansiedad domine tu cuerpo. El tamborileo con los dedos o las palmas sobre la mesa o incluso sobre tus piernas, el mover los pies con impaciencia, mirar la hora una y otra vez, rascar tu nuca, nariz o brazos de manera recurrente o pasar tus manos por tu cabello cada dos por tres, jugar con el lapicero o incluso con tu CV, son claros signos de ansiedad y pueden restar credibilidad hasta el más experto en el área para la que está aplicando.
No comer o beber durante la entrevista: Este punto parece bastante obvio, pero es importante resaltarlo, no hay nada menos profesional que presentarse a una entrevista con comida, incluso si dejas de comerla durante las preguntas. Llegar con algo a medias, o comer durante la entrevista crea una mala imagen. En el caso de las bebidas, sucede lo mismo, a menos que se trate de una entrevista en un ambiente más relajado como una cafetería o bien una comida de negocios. En caso de ser necesario, puedes tomar agua en pequeños sorbos y evitando que esto sea una constante durante la entrevista, puesto que también es un reflejo de ansiedad.
Evita las actitudes prepotentes o de minusvalía: Puede que seas el mayor experto en tu área, siendo respaldado por una larga trayectoria laboral en las mejores empresas, pero recuerda que los reclutadores también estarán evaluado tus habilidades blandas y regocijarse en exceso no es la mejor manera de conseguir el puesto que deseas, especialmente si algunos de los valores de la empresa son la humildad y el trabajo en equipo. Lo mismo ocurrirá si muestras poca confianza en tu experiencia, dudas de tus respuestas o incluso minimizas tus logros, sobretodo si aspiras a un puesto que incluya cierto nivel de liderazgo.
Evita realizar sonidos molestos: Hacer sonidos con la lengua o balbucear tampoco es la mejor manera de impresionar a un reclutador, demuestra ansiedad e inseguridad.
No mascar chicle ni mirar el teléfono: No existe mayor demostración de desinterés que cualquiera de estas dos acciones, especialmente si se combinan. Ver a un candidato enfrascado en su teléfono o mascando chicle mientras el reclutador intenta entrevistarlo demuestra que este solo ha asistido por que no encontró algo mejor que hacer, puesto que no tiene el más mínimo interés en conseguir el empleo.
Como podrás haber notado, son muchas las acciones que pueden estar enviando el mensaje equivocado a los reclutadores, lo peor es que en muchos casos, estas las realizamos sin darnos cuenta, por eso es importante conocer nuestro comportamiento en este tipo de situaciones, razón por la cual en Desarrollando el Talento, contamos con nuestro servicio de asesoría personalizada, donde te ayudamos por medio de un simulacro a detectar estos comportamientos que podrían estar ahuyentando tus nuevas oportunidades laborales.