Uno de los principales pilares de toda empresa es su equipo de trabajo, pues de este depende la eficacia de los procesos, la imagen que tendrá el cliente sobre la atención y calidad del servicio, el logro de objetivos y/o la calidad del producto final. El equipo de trabajo es el motor y corazón de la compañía, por lo que resulta importante que este sea eficiente al momento de realizar sus labores, sin embargo, existen diversos factores que pueden afectar el correcto desempeño de este.
En el artículo de hoy, hablaremos de algunos de los aspectos que podrían estar frenando a tu equipo de trabajo, y por lo tanto, también a tu empresa.
Mala comunicación
Las fallas en la comunicación traen consigo malos entendidos que pueden tener como resultado errores en los procesos y/o resultados. Así mismo, el tiempo que se invierte en corregir dichos errores, o simplemente en asegurarse de que el mensaje sea recibido por los otros, resta eficiencia y productividad al equipo de trabajo. Esto se vuelve especialmente importante al hablar de equipos de trabajo remotos.
Metas poco claras
Difícilmente podrá llegarse a un lugar si no se sabe a dónde va. Cuando el equipo no tiene claridad en sus metas, no hay objetivos a los cuales puedan aspirar, tampoco existe una forma de medir su desempeño y el trabajo ante dicha incertidumbre se vuelve poco fructífero e insatisfactorio. Lo mismo ocurre cuando no existen metas en común que puedan unir a los miembros del equipo.
Falta de confianza
Cuando no existe confianza dentro de un equipo de trabajo, los procesos se vuelven largos, ya que se invierte mucho tiempo en verificar que los otros hayan realizado de manera correcta su parte del trabajo, así mismo, esto influye para crear fallas en la comunicación, dificultando una adecuada retroalimentación sobre las mejoras que se pueden realizar.
Problemas personales
Muchas veces la línea entre lo personal y lo profesional puede ser muy delgada, lo que lleva a que cuando existen roces o conflictos entre los miembros del equipo, este termine afectando el trabajo. Cuando hablamos de relaciones interpersonales es casi inevitable que surjan desacuerdos cada tanto, sin embargo, es importante fomentar el dialogo y la búsqueda de acuerdos para su resolución.
Liderazgo ineficiente
Existen equipos de trabajo que bajo el liderazgo correcto son capaces de brillar, y por el contrario, con un líder poco comprometido, se convierten en un desastre total. Un liderazgo puede considerarse poco eficiente cuando tiene poco interés en las actividades del equipo, no traza metas claras, no se involucra en los procesos y resta importancia a los conflictos que surgen al interior del equipo. Resulta crucial asignar a un líder capaz de motivar y guiar a su equipo hacia metas claras.
Inadecuada distribución de tareas
En ocasiones las tareas y responsabilidades se encuentran distribuidas de una manera poco adecuada, cargando a ciertos miembros de excesivas responsabilidades mientras que otros tienen pocas actividades en sus manos. Esto genera también un desequilibrio en el compromiso de los miembros del equipo, pues algunos se sienten más valorados que otros dentro de la organización, lo que indudablemente se verá reflejado en su desempeño.
Si has detectado uno o varios de estos problemas dentro de tu equipo de trabajo, es momento de realizar algunos cambios para poder mejorar la eficacia de tu equipo.